En Poio encontramos este restaurante, considerado uno de los mejores de Galicia, galardonado con una estrella michelin y nominado a dos. Su chef, Pepe Solla, ha convertido el restaurante familiar en un rincón gastronómico, sin renunciar a los valores de la cocina gallega.
Hay dos menús degustación, el primero, algo más corto que el segundo, hace un resumen rápido de la historia del restaurante con platos nuevos pero ya conocidos, como las costillas de cerdo ibérico (muy recomendables y bien preparadas, confitadas y acompañadas de cachelos y tirabeques), y el souffle. En el segundo, algo más largo (12 platos aprox.), innovan con productos de la tierra (navajas, bogavante, camarones, pescados, etc).
Ambos menús cuentan con unos snacks bastante logrados. El precio del primer menú es de 68€ y del segundo, 92€, que unido al vino y a las copitas dulces para el postre, ronda los 115€ pp, demasiado para lo que ofrece.